Por Ignacio Jawtuschenko, Página 12.
Lanzan un Foro Interuniversitario con investigadores de todo el país. Proponen vincular el conocimiento científico con la industria y crear una Comisión Nacional del Litio.
La Argentina es el cuarto productor mundial de litio, un recurso estratégico que en el país se gestiona como un mineral ordinario, y en torno del cual todavía no se articuló al sistema científico tecnológico, el entramado energético y la industria nacional. El litio se ubica en el corazón de los programas tecnológicos de transición energética que enfrentan en todo el mundo al paulatino agotamiento de los combustibles fósiles. Por ello, integrantes de 30 líneas de investigación dispersos en universidades y organismos de todo el país se agruparon para dar forma al Foro Interuniversitario de Expertos en Litio, iniciativa del vicepresidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Rodolfo Tecchi. Lo conforman Ernesto Calvo, Daniel Barraco, Arnaldo Visintin, Bruno Fornillo, Martina Gamba, Federico Nacif, Rita Humana, Ezequiel Leiva, Victoria Flexer, Javier Diaz, Martin Obaya, entre otros reconocidos científicos y tecnólogos altamente calificados.
Con la autonomía tecnológica y la soberanía energética como horizonte, este colectivo ha lanzado un documento propositivo –disponible en la web del CIN– con el que da el puntapié inicial para el diseño de estrategias de desarrollo alternativas.
La tecnología del litio está y estará en lo cotidiano. En las baterías recargables de dispositivos eléctricos; la electromovilidad, autos, motos, buses, camiones, y los reservorios que precisa la generación de energía renovable. También permite un abanico de aplicaciones. Desde grasas lubricantes, tecnologías de extracción, captura de carbono, almacenamiento de hidrógeno, separación isotópica para reactores de fisión, y detectores de neutrones en futuros reactores de fusión.
Del total de reservas de litio conocidas en el mundo, la Argentina cuenta con el 10 por ciento. Yacimientos de alta calidad que permiten obtener carbonato de litio con el grado de pureza que requieren las baterías, y costos de producción bajos, calculados en torno a los 3000 y 4500 dólares por tonelada (COCHILCO 2018), y con precios que hoy rondan los 9000 dólares la tonelada. En el año 2020, en Argentina, existen dos emprendimientos en actividad, que –como se dijo– llevan al país a ser el cuarto productor mundial, y 51 proyectos que se encuentran en fases previas, casi todos gestionados por empresas globales asociadas con las principales automotrices del mundo.
Argentina no sólo cuenta con reservas litíferas, en los últimos años también consolidó un amplio sistema de investigación y desarrollo en torno al litio en universidades, CNEA, Conicet, YTec, INTI, Invap y otros organismos. Asimismo, en el país se fabrican vehículos de transporte público y maquinaria agrícola, pasibles de incorporar baterías.
Desde el Foro advierten que, a diferencia de lo que sucede en otros países propietarios de grandes reservas, como Chile, Bolivia y Brasil, Argentina es actualmente el único país que no lo declaró “recurso estratégico”. Sigue considerándose recurso minero ordinario, factible de ser entregado en concesiones según lo establecido por el Código Minero y por el Régimen de Inversiones Mineras. Esa falta de regulación pública impide el control económico, ambiental o social. No se la concesiona en China, tampoco en Estados Unidos, donde está considerado uno de los 35 minerales críticos para su propia seguridad nacional.
A raíz de ello, los integrantes del foro proponen integrar la cuestión litífera a un Plan Estratégico Nacional de Desarrollo, cimentar el agregado de valor y que la agenda científica se enlace a los procesos de innovación y desarrollo de la tecnología y la industria, para esto apuntan a profesionalizar la vinculación tecnológica y la transferencia al sector productivo. También sugieren constituir una Comisión Nacional del Litio que integre a expertos, diversos sectores y escalas de gobierno, y también “una empresa pública energética”. En un encuentro realizado en el CIN se remarcó incluso que sería bueno que YPF, primera empresa petrolera estatal del mundo, explote el litio y emplace la nueva plataforma energética del siglo XXI.